En la red esto es algo que ha venido casi conectado a su desarrollo.
Los diarios digitales han incorporado la posibilidad de comentar las noticias, pidiendo únicamente colocar un nombre y una dirección de correo electrónico, sin tan siquiera verificar la realidad de dicha dirección; el control normalmente pasa porque el administrador evitar malas palabras o insultos. Las figuras públicas también están acostumbradas a estos anónimos, como también contar con un staff de internautas que dejan mensajes halagadores, e incluso filtrando información para apoyar declaraciones, o desmerecer críticas.
El hecho es que el anonimato da seguridad al internauta y que en un mundo cada vez más interconectado por nuestros datos y contactos, donde es difícil conseguir borrar un perfil de red social así como toda la información subministrada, el llamado derecho al olvido digital se vuelve un derecho a reclamar, ya recogido en documentos oficiales.
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